La bodega
Los prestigiosos concursos internacionales Decanter, International Wine Challenge o Mundus Vini reconocen a Burgo Viejo como una de las mejores bodegas españolas. Asimismo, las publicaciones Wine Advocate – Robert Parker o International Wine Cellar – Stephen Tanzer- valoran sus vinos con más de 90 puntos /100.
Hoy, en Burgo Viejo se trabaja de acuerdo a los más altos estándares de seguridad alimentaria; BRC e IFS. Comprometidos con la calidad y atendiendo a las necesidades del mercado. Trabajamos para seguir creciendo y ofreciendo productos de la más alta calidad.
Las familias
A finales de los años ochenta seis familias de agricultores riojanos; Castillo Garcia, Galán Garijo, Gurría García, Marques Malumbres, Rivas Marques y Ruiz Casas; se juntan para la creación de Bodegas de Familia Burgo Viejo. Entre todas, suman 200 hectáreas de viñedo cultivado con cariño con tradiciones vitivinícolas y conocimientos centenarios heredados de padres a hijos que dan lugar a un gran abanico de vinos, que conjugan la tradición de La Rioja con las nuevas tendencias del mercado, con el objetivo de responder a las exigencias de los consumidores.
Isabel Casas
José Manuel Castillo
Jesús Vidal Gurría
Antonio Rivas
Rafael Castillo
Roque Castillo
Rosendo Marqués
Nuestros viñedos
Nuestros viñedos se extienden por todo el término municipal de Alfaro, desde el valle del Ebro hasta las laderas del Monte Yerga. Esta extensa superficie proporciona gran variedad de suelos y microclimas, donde se desarrollarán con diversas peculiaridades las uvas de Tempranillo, Mazuelo, Garnacha, Graciano, Viura y Tempranillo Blanco con las que se elaboran los vinos de Burgo Viejo.
Entre nuestros viñedos, que superan los treinta años de media, se pueden encontrar tanto parcelas casi centenarias como recientes plantaciones de variedades de futuro -Graciano y Tempranillo Blanco –en cultivo ecológico.
El hecho de que la práctica totalidad del viñedo sea propiedad de la bodega permite a nuestros técnicos tener un control continuo de la materia prima. De esta forma se consigue reducir los rendimientos hasta el punto que se considere adecuado para obtener una óptima calidad, evitando cualquier tipo de problema sanitario de la uva y decidiendo el momento justo de la vendimia.